Para el pueblo lo que es del pueblo

lunes, 29 de junio de 2009

Algunos candidatos, algunos comentadores de noticias online, algunos periodistas, mucha gente, ha caracterizado al actual gobierno como "el peor de la historia". Es un calificativo fuerte, contundente, especial, destinado a aquellos que han dejado discordia, ruina, muerte y otros males a su paso. No es este el caso y tampoco es el caso apelar a la historia, poco conocida, para rebatir exageraciones.

Pero es bueno recordar brevemente las comparaciones que se hacen cuando se dice "el peor de la historia". Dejaremos a un lado a los gobiernos militares por razones casi obvias, suponemos que nadie tendrá en mente esos ejemplos a la hora de hacer comparaciones, suponemos que nadie estará pensando que "con los militares estábamos mejor". También dejaremos de lado comparaciones con los que están un poco alejados en la historia. En suma, haremos una comparación fácil, desde el año '83 hasta ahora.

Según esto el actual gobierno es peor que el de Alfonsín, es decir, es peor que la hiperinflación, el crecimiento de la deuda externa, la ley de obediencia debida y la de punto final, los saqueos y el abandono del gobierno antes de cumplir el mandato.

También este gobierno es peor que el de Ménem, por algún motivo misterioso denominado "el innombrable". También hubo hiperinflaciones y saqueos, pero eso fue al principio, después vino el uno a uno que, a cambio de todas las empresas públicas, permitió tener un monstruoso endeudamiento externo y el casi total desmantelamiento del aparato productivo del país.

Después el país en masa, cansado de Carlitos o imposibilitado de votarlo, se volcó a la santa alianza, un vórtice universal de decencia y buenos modos. Se ganó en etiqueta sin perder en uno a uno para seguir despilfarrando por el mundo con plata prestada. No podía terminar bien y no lo hizo, desembocó en la "mayor crisis de la historia argentina", por lo menos hasta ese momento. Y de la Rua se fue en helicóptero, después de perderse en Videomatch, aplaudido por el ruido de las cacerolas y con todo el mundo gritando "¡mi plata, quiero mi plata!".

Lo demás es historia conocida, varios presidente en seguidilla hasta arribar a uno que duró un poco más y al que, aunque ordenó las cosas, nadie quería. Nos referimos a Duhalde que, según parece, está detrás de todas las desestabilizaciones pasadas y futuras.

Después vino el gobierno de Néstor Kirschner que, según los niveles de aprobación en su momento, fue extraordinariamente bueno. Tanto así que se esperaba varias décadas de alternancia kirschnerista sin oposición a la vista.

Así llegamos al peor gobierno de la historia, el de Cristina Fernández. No es que haya hiperinflación ni vaciamiento del Banco Central. Tampoco hay una desocupación galopante ni saqueos de supermercados. No se perciben atropellos a los derechos humanos ni políticas represivas. La prensa goza de total libertad y el gobierno no controla con sus inmensos caudales ningún conglomerado de medios.

¿Entonces?. Entonces nada, que es el peor gobierno de la historia y no lo aguanto más, diría mi vecina.

Esa sensación de que estamos ante "el peor gobierno de la historia" aparentemente la comparte el electorado ya que el 70% votó, si no a favor de otros, en contra de este gobierno.

Esto puede tener diversas consecuencias para este pueblo votante, muchas de ellas a partir de la afectación de políticas públicas que lo favorecen. Pero eso entra en el campo de la futurología y no es el caso de ponerse a practicarla ahora. En todo caso diremos, pase lo que pase y parafraseando a Piero:

Para el pueblo lo que es del pueblo

Porque el pueblo se lo ganó...

Eduardo Montes

Comments

3 Responses to “Para el pueblo lo que es del pueblo”
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Iván Novotny dijo...

Muy bueno Eduardo. Gracias por el punto de vista. Eso de que "el pueblo nunca se equivoca", pareciera quedar en el olvido. Un electorado que vota contra sí mismo, es algo muy dificil de comprender.
Saludos.
Iván

29 de junio de 2009, 16:34

Hola Eduardo:
Mi nombre es Marcelo.
Confieso que el domingo he votado como un soldadito obediente (cosa que no me gustó mucho).
Yo creo que con fe ingenua no se puede hacer nada, mucho menos votar.
Aseguro que con fe fanática tampoco se puede votar.
Estoy seguro que la fe basada en el buen juicio es la mejor forma de votar.
Ayer me llega el texto de tu blog spot, y te aseguro que lleno mis dudas, mis vacíos intelectuales.
El domingo para ir a votar resonaron en mí las palabras del Negro: "No hay garantías"; "no podemos confiar ni en el vecino"; "hay que confiar en lo que uno buenamente hace".
Entusiasmado con tus comentarios decido compartirlo con mis amigos: amigos humanistas, amigos de vida, adherentes y nuevos contactos, me sorprendió la aceptación de adherentes y nuevos contactos, pero mucho mas me sorprendió las criticas de varios amigos humanistas.
Comentando esto con uno de mis pares, me dice socarronamente, lo que pasa es que hay humanistas de derecha y juro que me reí mucho, no se si con ganas de burlarme de la situación o solamente para evitar la furia.
Bueno, la intención de escribirte estos comentarios solamente son para agradecer.
Te dejo un abrazo con Paz, Fuerza y Alegría.

Arengador Suburbano.

1 de julio de 2009, 7:36
Carina Briggs dijo...

Aun asi, sigo felicitando al publicista que estando en contra del actual gobierno, difundio el eslogan "no se porque, pero es el peor gobierno de la historia" ya que nadie, ha explicado el por que...
Me gustaria que repartan otro slogan, para que sean mas coherentes, "no les gusta este gobierno porque hay una mujer al poder"
Si lo que hace esta mujer lo hiciera un hombre el slogan seria diferente...

5 de julio de 2009, 10:26

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